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10.12.21

Trasplante osteotendinoso: introducción

El tejido osteotendinoso comprende el tejido óseo, tendones y partes blandas (meniscos, fascias). El trasplante osteotendinoso representa una alterativa terapéutica para el tratamiento de diversas patologías entre las que se incluyen la cirugía ortopédica y traumatológica, aporte óseo en fracturas y pseudoartrosis, ligamentoplastias.

Después de la sangre, el hueso es el tejido humanos que se emplea con más frecuencia como injerto. Los injertos óseos se pueden clasificar en corticales y esponjosos, con diferentes indicaciones.

- Hueso cortical: se obtiene principalmente de donantes cadáver y se emplean solo para tratar los tumores óseos malignos, una patología muy infrecuente, por que que no es un tipo de cirugía muy empleada.
- Hueso esponjoso: se obtiene fundamentalmente de donantes vivos, sobre todo de la cabeza del fémur en pacientes sometidos a prótesis de cadera, aunque también se puede obtener de donantes cadáver. Es el tipo de injerto óseo más empleado, en numerosas aplicaciones de la cirugía ortopédica. Por ejemplo, en grandes reconstrucciones postraumáticas y en cirugía de reemplazo en la que los defectos óseos son masivos y requieren un soporte estructural.

El trasplante tendinoso o tenoplastia consiste en restaurar la función normal de las articulaciones o tejidos circundantes después de una lesión, sustituyéndolos por un injerto tendinoso del propio receptor o un tendón artificial.

Por lo tanto, los injertos tendinosos se realizan cuando existe desgarro o lesión grave en dicha estructura. La mayoría de las reparaciones son exitosas, siempre que se acompañen de fisioterapia continua y apropiada.

Además, es importante destacar que reparación y reconstrucción deben diferenciarse. La reparación se realiza para tratar la lesión o una parte de ella, pero si no es suficiente deberá realizarse posteriormente, en una intervención diferente, otra cirugía para completar la reparación o reconstrucción del tendón.

Las lesiones osteocondrales son propias de las articulaciones de carga, especialmente en el astrágalo. El cartílago es un tejido blando con poca capacidad de regeneración que puede presentar lesiones focales o globales (artrosis).

En este caso, también es importante distinguir entre reparación y reconstrucción. La reparación es la resolución de la lesión o el reemplazo del cartílago  perdido por proliferación celular y síntesis de una nueva matriz extracelular. Por su parte, la reconstrucción es la formación de una superficie articular completamente nueva  compuesta por cartílago articular hialino normal.

Las indicaciones para este tipo de injertos son las siguientes:

- Pacientes jóvenes (menores de 50 años) que no son candidatos a sustitución protésica.
- Manejo primario de lesiones condrales y osteocondrales mayores de 2cm.
- Osteocondritis disecante, enfermedad articular en la que el hueso que se encuentra debajo del cartílago de una articulación muere debido a la falta de flujo sanguíneo.
- Osteocondritis espontánea de rodilla.
- Grandes lesiones osteocondrales postraumáticas.
- Revisión de cirugías fallidas de reparación contral.

Sin embargo, también presenta una serie de contraindicaciones, entre las que destacamos:

- IMC > 30kg/m2.
- Cuadros degenerativos.
- Enfermedades inflamatorias sistémicas.
- Presencia de infección o antecedente de infección osteomielítica en la zona receptora del injerto.
- Neoplasia activa.
- Condiciones médicas que pudieran afectar a la incorporación del injerto, como la DM insulinodependiente o el tabaquismo.

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