El trasplante facial es una opción para los pacientes con alguna desfiguración facial grave. Este reemplaza de forma total o parcial la cara de una persona con el tejido de un donante fallecido.
Es una operación compleja que requiere meses de planificación y múltiples equipos de cirugía. El trasplante es un procedimiento de alto riesgo, no se puede saber exactamente el aspecto que se tendrá después de la operación ni como va a responder el sistema inmunitario.
Una vez conseguida la aprobación para el trasplante pasarás a una lista hasta que consigan el rostro de un donante. Una vez hallada la compatibilidad con ese rostro los cirujanos considerarán:
-Grupo sanguíneo
-Tipo de tejido
-Color de la piel
-Similitud entre la edad del donante y la del receptor
-Tamaño facial compatible entre donante y receptor
La extensión y duración de la cirugía depende de la extensión del rostro y estructuras subyacentes involucradas. Se podrá trasplantar diversos tejidos del donante como piel, grasa, músculos, tendones, cartílagos, huesos, nervios y vasos sanguíneos.
Después de la cirugía permanecerás entre dos a cuatro semanas en el hospital, en donde:
-Te alimentaras a través de un tubo
-Comenzarás a tomar tu dosis de Inmunosupresores
-Te darán analgesia para el dolor
-Comenzarás fisioterapia y terapia de habla
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