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23.11.21

Trasplante de riñón: riesgos

Los riesgos que supone el trasplante de riñón están enfocados en la cirugía en sí, en el rechazo del órgano del donante y en los efectos secundarios de los medicamentos inmunosupresores, necesarios para que el cuerpo no ataque al nuevo órgano. Antes de realizar el trasplante es importante que el paciente sepa los riesgos que supone. 

En las operaciones pueden surgir diversas complicaciones, entre ellas destaca la aparición de:
- Coágulos sanguíneos y sangrado
- Pérdidas o bloqueo del uréter
- Infección
- Rechazo del riñón donado: aunque donante y receptor sean compatibles, es posible que el cuerpo rechace el nuevo riñón.
- Infección o cáncer transmitidos con el riñón donado
- Muerte, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular


Después del trasplante, es necesario tomar medicamentos para evitar que el cuerpo rechace el riñón del donante. Estos medicamentos debilitan el sistema inmunitario, lo que puede causar infecciones, aumentar el riesgo de cáncer, destacando el riesgo de cáncer de piel y linfoma. También es posible que causen diabetes, enfermedades óseas como osteoporosis y osteonecrosis, cataratas... Además, la cara se vuelve más redonda, pudiendo aumentar de peso o desarrollar acné o vello facial.

También existen múltiples complicaciones que pueden surgir a lo largo del proceso:
- Al ser una cirugía abdominal, debilita los músculos abdominales y puede llevar a un riesgo de hernias abdominales sobre el sitio de la incisión.
- Hay riesgo postoperatorio de trombosis arterial, estos trombos pueden viajar hasta pulmones o el cerebro generando una situación peligrosa para la vida del paciente.
- Estrechamiento de los uréteres y consecuente obstrucción del flujo de orina.
- La disfunción original del riñón puede dañar el nuevo riñón.




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