El procedimiento que se debe realizar en un trasplante pulmonar es bastante largo y complejo, pero es muy importante cumplir con cada uno de los requisitos establecidos para que el trasplante sea un éxito.
Antes de la intervención quirúrgica
Antes de recibir un trasplante de pulmón, el paciente debe
encontrar un donante. En casos raros, un familiar puede donar parte de los pulmones mientras aún está vivo, pero la gran mayoría de
las veces, el paciente debe estar en una lista de espera. Para ser incluido en
la lista de trasplantes debe someterse a pruebas para asegurarse
de que sus otros órganos principales estén sanos y sigan funcionando después de
la cirugía.
Debido a la gran variedad de información requerida para determinar la elegibilidad para el trasplante, un equipo de trasplante lleva a cabo el proceso de evaluación. Los componentes del proceso de evaluación para el trasplante incluyen: evaluación psicológica y social, análisis de sangre y pruebas de diagnóstico para evaluar los pulmones y su estado de salud general.
El paciente también debe asegurarse de que
está lo más sano posible antes de la operación para maximizar las posibilidades
de éxito. Esto puede significar cambios en el estilo de vida, como dejar de
fumar y perder peso.
Durante la intervención
El
procedimiento de trasplante de pulmón implica un corte en el tórax y extirpar
el pulmón o pulmones dañados. La incisión se puede realizar
verticalmente, por la mitad del esternón u horizontalmente bajo el pliegue
del pecho, según la anatomía de cada paciente. El paciente recibe
anestesia general antes de la operación y se le puede conectar a una máquina de bypass cardíaco y pulmonar para mantener la circulación sanguínea,
dependiendo del caso.
Luego, el cirujano conecta las vías respiratorias y los vasos sanguíneos al pulmón donado a medida que se sutura. Cuando parece estar funcionando correctamente, el equipo de trasplante cerrará el tórax.
Una operación de trasplante de pulmón puede durar entre cuatro y
doce horas.
Cuidados posteriores
Después del trasplante de pulmón, el paciente necesitará tiempo
para recuperarse en la unidad de cuidados intensivos (UCI), normalmente durante
varios días. Se dejan tubos en el pecho durante varios días pare drenar
cualquier acumulación de líquidos y se pueden administrar otros medicamentos por vía intravenosa. El equipo de
trasplante valora atentamente el funcionamiento de los pulmones y el
corazón, el estado mental y el funcionamiento renal. También se verifica que no
haya sangrado y se controla de cerca
posibles complicaciones, como que el cuerpo rechace el trasplante. Las
primeras 24 a 48 horas después de la operación son muy importantes.
La recuperación completa generalmente dura entre tres y seis meses, pero cada paciente es diferente. Los chequeos regulares son necesarios durante este período, y es probable que el médico recete medicamentos para prevenir el rechazo al trasplante y la infección.
Sólo el 50% de las personas que se someten a este tipo de trasplantes siguen con vida después de 5 años. Sin embargo, algunas personas han conseguido vivir 10 años o más tras este procedimiento.
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