Es el tipo más común, en el que el donante dirige el órgano a un beneficiario específico para el trasplante. En estos casos, el donante suele ser una persona de su entorno, principalmente un familiar, tanto de primer grado, por ejemplo, padres, hermanos o algún hijo adulto, como parientes más lejanos como tíos, primos... También es muy común que el donante sea un amigo, su pareja o incluso un compañero de trabajo.
Donación indirecta
En el caso de la donación indirecta, el donante no nombra al receptor del órgano donado, es decir, se lo da a alguien aleatorio, que no conoce en un primer momento. Posteriormente, si ambos lo desean y la política del centro lo permite, podrían reunirse, aunque esto también depende mucho del órgano en cuestión. En este tipo de donación, los órganos se distribuyen a los pacientes en función de su necesidad médica, asegurándonos siempre de que son compatibles.
Donación cruzada
La donación cruzada se utiliza cuando un donante y un receptor previstos son incompatibles, principalmente por tener un grupo sanguíneo diferente.
Mediante este proceso, dos o más parejas de receptores de órganos intercambian donantes para que cada receptor reciba un órgano que sea compatible con su grupo sanguíneo de la siguiente manera:
También es posible que se forme una cadena de donación al participar un donante vivo no dirigido, el cual ayuda a emparejar parejas incompatibles.
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