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20.11.21

Órganos en vida más habituales a donar para trasplantes

Como hemos mencionado previamente, podemos distinguir el trasplante de órganos de un paciente vivo y el de uno muerto. El más común es la donación de órganos de donantes vivos, el cual ha aumentado drásticamente en los últimos años como alternativa a la donación de órganos de pacientes fallecidos.

Una de las donaciones más comunes de órganos en vida es la donación de un riñón, pues las personas pueden donar uno de sus dos riñones y el restante es capaz de realizar las funciones necesarias. Los riesgos que supone a largo plazo son mínimos y, además, muestra índices mayores de supervivencia respecto al trasplante de donante fallecido.

Por otro lado, tenemos la donación de una parte de hígado. Este tipo de donaciones también es muy común, pues este órgano es capaz de degenerarse, de manera que con el tiempo volverá a crecer hasta alcanzar el tamaño original y desempeñará también su función normal.

Aunque la donación de riñón e hígado son las más comunes, también nos podemos encontrar con donaciones de pulmones, corazón, páncreas... así como de tejidos para trasplantes como piel, médula ósea y células hematopoyéticas que fueron dañadas o destruidas por enfermedades medicamentos o radiación.

A continuación, muestro un gráfico de creación propia en el cual se recoge el número de trasplantes en función del órgano y su distribuido por años de la Unión Europea.


Trasplante de donante vivo

Donación en UE

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