Al igual que otros trasplantes, el de médula ósea no está exento de complicaciones para personas con deficiencias o enfermedades hematológicas.Los avances en hematología suponen una disminución en las complicaciones del receptor y un aumento del éxito en los resultados.
Los principales riesgos son:
- Infección: Antes del trasplante los receptores pueden pasar varias semanas sin suficiente cantidad de glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones, de ahí a que estén con un porcentaje elevado de posibilidad de contraer infección aunque tomen antibióticos.
-Hemorragia: la médula produce plaquetas para limitar la pérdida de sangre; la destrucción de las células que producen estas plaquetas hace que sea más probable la hemorragia severa. Esto conlleva a que muchos pacientes requieran transfusiones de plaquetas durante los días postoperatorios.
-Enfermedad Veno-Oclusiva: es propia de los trasplantes alogénicos y se deber a una lesión celular generalizada y a la obstrucción de los senos venosos hepáticos. El tratamiento con anticoagulantes puede ser beneficioso para reducir la gravedad de esta enfermedad pero también pude producir un aumento de las complicaciones hemorrágicas.
-Mucosistis: las lesiones en la mucosa de la boca es una lesión común en los trasplantes de progenitores hematopoyéticos. Es tratada con medicamentos para el dolor, con infusiones intravenosas de fluidos y con láser terapia.
-Enfermedad de injerto contra huésped: es un proceso inflamatorio característico del trasplante alogénico; es un ataque de las nuevas células inmunes de la médula ósea contra los tejidos del receptor. También puede desarrollarse después de un trasplante alogénico.
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