Una vez realizada la entrevista y se considera que la persona es válida para la donación, se sienta en una silla reclinable o en una camilla, con un reposabrazos. Se examina el brazo, las venas más adecuadas, se limpia el área y, posteriormente se introduce la aguja, que estará conectada a la bolsa colectora donde se almacena.
La extracción dura aproximadamente 15 minutos y, al finalizar, se ofrece una bebida para reponer líquidos y un refrigerio. Además, se le proporcionarán una serie de recomendaciones a seguir durante las horas y días posteriores, como evitar coger peso con el brazo en el que se ha realizado la punción, beber abundante agua, no fumar, entre otras.
La sangre obtenida se sella en bolsas de plástico que contienen conservantes y un líquido anticoagulante. Se analiza una pequeña muestra de cada donación para detectar la presencia de microorganismos.
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