El primer paso es obtener células madre de un donante para inyectarlas al receptor. Dichas células provendrían directamente de la médula ósea, del cordón umbilical en el caso de que se hubiera guardado al nacer o, más habitualmente, de la sangre. Como ya se ha explicado, estas células pueden proceder del propio paciente o de un donante compatible que no esté infectado por el VIH u otros virus, como los de las distintas hepatitis.
Para obtener células madre desde la sangre el donante recibe inyecciones de factor estimulador de colonias de granulocitos para ayudar a que las células madre se desplacen desde la médula ósea hacia la sangre (donde en circunstancias normales no las hay en abundancia). Estimulada la producción de células madre se realiza una leucocitaféresis, proceso por el cual se coloca una vía periférica por donde sale la sangre que posteriormente pasará a través de una máquina donde quedarán atrapados los glóbulos blancos que contienen las células madre. La sangre, es decir los glóbulos rojos, se vuelve a inyectar en el donante.
Cuando no se consigue obtener un número suficiente de células madre desde la sangre se procede a su obtención desde la médula ósea, a través de una cirugía menor bajo anestesia general o epidural para evitar dolor. Las punciones para aspiración de médula ósea se suelen realizar en los huesos pélvicos de la cadera, obteniendo grandes cantidades de médula, que será sometida a procedimientos de limpieza para eliminar hueso y otros tejidos. En ocasiones esta médula puede congelarse por si existiese la necesidad de realizar un nuevo trasplante en el futuro.
Para evitar que las células madres del donante ataquen al receptor durante el trasplante, puede ser necesario realizar una depleción de linfocitos T (matándolos) en la sangre o la médula ósea del donante.
En ambos procesos el paso final es la inyección de las células obtenidas en el receptor del trasplante, que previamente ha realizado el tratamiento de quimioterapia y radiación mencionado en la introducción. usualmente se hace a través de un catéter venoso central, siendo un proceso similar al de una transfusión de sangre. Posteriormente las células madre viajarán a través de la sangre hasta la médula ósea.
Y para terminar, un vídeo de todo el proceso:
No hay comentarios:
Publicar un comentario